martes, 2 de junio de 2015
Contra Franco luchábamos mejor
El otro día recibí una curiosa invitación. CCOO realizaba una asamblea en Tarragona y pedía la participación de gente comprometida para pedirle su opinión ¿A mí?
Me extrañó porque siempre he sido más bien antisindicalista. La idea que he tenido siempre de los sindicatos es que en los momentos difíciles se venden a la patronal dejando tirado al trabajador ¿Puede un sindicato que recibe mucho dinero en subvenciones plantarle cara al gobierno?
-Eso lo que la gente ve, que sois parte de la casta -Se lo dije y se justificaron.
-Desde CCOO se hacen muchas cosas buenas, pero siempre salen en las noticias las cosas malas.
Esa imagen, es una batalla más de la lucha de clases que estamos perdiendo. Ya que un pueblo unido mediante sindicatos fuertes no se deja avasallar pero un pueblo que no cree en sus sindicatos no tiene ninguna fuerza contra los abusos.
Hablaron que la ley del PP cierra los convenios colectivos y las pequeñas empresas (un 40% de los trabajadores) se quedan fuera de los convenios que se firman ahora.
Hablamos de las subcontratas. De esa manera dividen una plantilla de 300 trabajadores en un mar de empresas imposible de organizar y sindicar.
-La lucha sindical se está perdiendo.
Ahora, ya no se negocia como antes, ahora son grandes multinacionales donde es imposible hablar con el jefe, sólo puedes negociar con el gerente de turno que no deja de ser un mandado.
-Con esta contrarrevolución que llaman crisis nos han recortado la mayoría de los derechos y vosotros lo habéis permitido.
-Ahora no hay unión entre los trabajadores, nadie se moviliza si han echado al compañero, antes era distinto.
Panrico ha hecho la huelga más larga en Cataluña, sin embargo los medios no han hablado apenas de ella y tampoco sirvió de nada porque derivaban la producción a otras plantas que no secundaron la huelga, así pasa con todo.
Otro tema que tocamos fueron los liberados sindicales. Yo siempre he dicho siempre que el sueldo de los liberados sindicales sale del trabajo de sus compañeros. A fin de cuentas, el dinero que ingresa una empresa sale de la espalda del sudor de los kurrantes y lo dije.
Ellos se asustaron.
-Los liberados sindicales es una gran victoria nuestra y la mayoría se dejan la piel por sus compañeros.
Por desgracia todo el mundo habla del que no lo hace.
Comentamos formulas para quitar esa mala imagen que dan los liberados, porque fue lo que hicimos todos, proponer alternativas.
Hablamos del estado corporativo. Las grandes multinacionales necesitan gobiernos afines y por eso miran de controlarlos (=Comprarlos) Como Estados Unidos que mandó a un montón de soldados a morir en una guerra para beneficiar a sus empresas petrolíferas.
Yo pregunté:
-¿Se puede organizar una huelga general para denunciar el TTIP?
-Se puede pero los sindicatos de los países del norte no están tan preocupados como nosotros. Nosotros llevamos años denunciándolo y predicamos en el desierto.
-¿Quizás el problema es falta de información?
A los medios no les interesa hablar de lo que hacen o denuncian los sindicatos y mucho menos hablar del TTIP.
En fin, deciros que las asambleas son abiertas, son el primer lunes de cada mes y cualquiera puede ir a dar su opinión a aportar sus ideas.
Pienso que en este momento tan delicado no podemos dejar ningún frente y CCOO puede ser una buena herramienta para ayudar a cambiar las cosas.
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