jueves, 5 de marzo de 2015

Privatizaciones/Externalizaciones= Vender España

Se habla de últimamente de externalizaciones de servicios en esa pasión de los políticos por huir de los términos que no gustan  como "privatizar". Nosotros, amigos de llamar a las cosas por su nombre, vamos a hacer una propuesta: Que lo llamen "VENDER ESPAÑA".

¿Por qué no? A fin de cuentas las más de 70 empresas que se han privatizado en España desde la democracia antes pertenecían a los españoles y ahora ya no. Las han vendido, que incluso diría más: Las han malvendido  o fiduciado a sus amigos.

Hablan de mejorar el servicio pero eso no es cierto, esas privatizaciones sólo tienen un único objetivo:










Como demuestran las eléctricas, la venta de esa parte de España no ha servido para que los españoles tengamos mejor servicio. Tenemos peor servicio y la inversión que se realiza es menor.
Tampoco es más barata, al contrario, dicen que tenemos la más cara del mundo. Lo cierto es que  pagamos la luz mucho más cara que antes.

Lo que es innegable es que los políticos que organizaron dichas ventas han salido sobradamente beneficiados ya que a la pensión que cobran del gobierno añaden una nómina de consejero externo.

La excusa suele ser una mala gestión (Primer paso para privatizar es realizar una mala gestión) "Los funcionarios públicos no somos buenos gestores" dicen.
Pero eso tampoco tiene lógica, cuando una persona se declara incompetente para gestionar una empresa, un hospital, un parking municipal, etc. Lo que tiene que hacer es dimitir (Sí, ese ministro ruso que nunca viene por España) y dejar que ocupe el cargo alguien competente.

Realizan una mala gestión para conseguir bajar la cotización de la empresa y así, sus amigos pueden comprarla por cuatro duros (Muy por debajo del precio real). A eso, los romanos lo llamaron fiducia y es un delito tipificado por la ley desde entonces.















Luego, por si quedara alguna duda del complot, el director en cuestión pasa a formar parte del consejo de administración de la empresa que no supo gestionar.

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