lunes, 15 de junio de 2009

MECANICOS (Como cambia el mundo)


Hoy he ido a trabajar a desbrozar la parcela de Abberraman, un paisano del mismo pueblo que mi amigo Alí después de acabar el trabajo he parado a comer en el Turia, un bar de carretera que recuerdo siempre lleno de camioneros un hombre muy atento al que le faltaban unos dedos de la mano te atendía, recuerdo también en la chimenea una colección de balas muy superior a la mía, incluía una vaina de tanque, que me recordaba el día que entre en uno de esos bichos y que le pedí al capitán de artillería si me podía dar una.

-“No es por no dártela, pero si te la diese la podrías cambiarla por una entera y eso si que no puede ser”

Una respuesta estándar que supongo habría dado muchas veces, sin embargo el dueño del bar tuvo más suerte, recuerdo que pasabas por un hueco de una puerta inexistente para entrar al comedor y que se comía bastante bien.

Pues hoy, lo regentan una familia de chinos y el letrero de “COMEDOR” te lleva a un tabique, el hijo que estaba jugando con un portátil ha tenido que recoger para que yo me sentara a comer unos fideos chinos y un pollo a la piña que, por cierto no estaban mal.

Luego fui a montar dos ruedas al taller donde he ido toda la vida, me ha atendido un chico al que no conozco, le he dicho lo que quería y luego me he acercado a saludar al Manolo, el mecánico y ver como me repara la rueda como he hecho toda la vida, el encargado se me ha acercado y me ha informado que no puedo permanecer en la zona de trabajo y que me vaya a la SALA DE ESPERA.

Un pequeño habitáculo, de aluminio, poco más grande que una cabina telefónica con una maquina de café y otra de latas, los periódicos y revistas brillan por su ausencia y unas propagandas de neumáticos son la única lectura.

Había oído hablar de que la ley prohíbe ver como te reparan tu coche y que le hacen, lo que me parece súper fatal creo que la ley debería estar de parte del usuario y no de los talleres, que te prohíban ver lo que te hacen a tu coche lo veo, además de un absurdo, dar pie a que te estafen lo que quieran y la ley encima les obliga, con lo que, no puedes ni sospechar ni quejarte, ¿Qué clase de mundo es este?.

Flipo con la globalización pero con estas cosas más todavía.

No hay comentarios: